Luz-14

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Luz-14 es una breve improvisación. La luz posee efectos de claridad e iluminación y cuantos más adjetivos posea más se acrecienta su poder simbólico. Los sonidos alumbrados por esta luz no son uniformes, circulan desde la luz de la razón hasta la de los abismos del corazón. Son sonidos que se inventan a sí mismos para dotarse no solo de brillo, sino, a la vez, de oscuridad, porque lo deficiente en el ser es parte de su esencia. La pieza explora el significado de lo cercano y lo lejano, de la confusión o indeterminación. García Lorca ya nos advirtió de que “la luz del poeta es la contradicción”.

El número 14 aparece en la obra como el mysterium; provoca conmoción, asombro, quizá vacío y oscuridad. Sin embargo, como enigma, tiene la capacidad de iluminar. El carácter fascinador de su misterio promueve el sentimiento hacia lo sagrado.

El intérprete debe tratar que el sonido nazca de la conciencia para transformarse en un sonido en libertad. Una libertad que a veces se enmarca en el tiempo medido y, otras, fuera de él. Fluye hacia las esencias puras que se dan en una compacta estructura formal.

 Partitura